Trans elegida para Asamblea, pavimenta el camino para otros
Diane Rodríguez, quien perdió apoyo de su familia a los 16 años, y después tuvo que incurrir en trabajos sexuales para lograr sobrevivir, no tenía ni la remota idea que haría historia como la primera mujer transgénero elegida para ser parte de la Asamblea Nacional de Ecuador.
Hoy es psicólogo, y también ha recibido amenazas de muerte como legisladora. En una entrevista a NBC News declaró, que ser una figura pública no tiene precio, siendo un sacrificio para que muchos jóvenes no tengan que pasar las mismas situaciones que ella ha sufrido. Su vida discriminada paso a ser un viaje desde el activismo a la política.
Liderazgo político
De nombre natal como Luis Benedicto, durante 10 años ha defendido los derechos LGBTI, y señala que a pesar de todas las campañas que ha encabezado como activista, muchas acciones no surgieron por falta de un liderazgo político. Es hasta el 2013 que Rodríguez se convierte en el primer candidato trans para ocupar cargo en el Congreso en Ecuador, y a pesar de que no lo consiguió, se sintió en la obligación de seguir luchando por ello.
Expresó que “la política la sientes con tu corazón”, y que “es un compromiso que tienes que hacer contigo mismo, con la gente y con toda la humanidad en general, por el resto de tu vida”.
A pesar de no ser el primer legislador en Latinoamérica, ella y su compañero, Fernando Machado, se convirtieron en una de las parejas trans más prominentes después que hicieron público su embarazo.
Cirugía de reasignación de sexo
Machado dio a luz dio a luz a su primer hijo en el año 2015, de manera natural, ya que ninguno de los dos se había realizado alguna cirugía de reasignación de sexo, conduciendo a muchas críticas inesperadas. Esto no fue obstáculo para demostrar su capacidad como padres trans, haciéndoles entender a las personas la igualdad de género y las diversas familias.
En el documental Sununú, La revolución del amor de Olivia Crellin en el año, 2017, Machado confeso que el hombre trans lo criticó más. En el idioma indígena Guaraní, Sununú significa Revolución, siendo el nombre neutral de género del hijo de la pareja Rodríguez Machado.
Le dijeron que solo era una niña embarazada, que iba hacia atrás, pero para él, su embarazo fue una gran revolución, teniendo un hijo sintiéndose como hombre.
Hoy en día, Rodríguez, viéndose como una madre trans y una política trans, lucha contra las injusticias que nunca se han combatido, a pesar de que la comunidad trans está muy poco protegida.
Dentro de la misma comunidad LGBTI, dice para NBC News, que los derechos trans son los menos protegidos, y que su pelea principal, es que no los maten en las calles.
Ese tipo de poder es efímero
Estado de humildad y dedicación, por defender a la comunidad trans, no toma solo su experiencia de vida, sino que resalta a todas aquellas personas que han estado librando batallas similares, de una manera privada. Con su historia de vida, establece una búsqueda de superar todos aquellos prejuicios innatos, que los han tenido en tan bajo nivel de vida social. Con una profunda fe, declara “Ese tipo de poder es efímero. El verdadero poder se puede encontrar en las personas, sus comunidades y sus organizaciones”, afirmando también que no se puede encontrar poder en los espacios políticos.